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Hablamos con Juan Fernando Sansón Rojas, profesor de la Universidad Externado de Colombia sobre turismo inclusivo y nos dijo que en ese tema hemos recorrido un camino importante gracias al interés que le han dado las autoridades del país para generar conciencia y sensibilizar a los actores del sector turístico.
. Dijo que en al año 2019 se publicó el Manual de Turismo Para Todos, como una estrategia para tener una serie de parámetros y hoja de ruta para que los destinos y prestadores adecúen sus espacios y la prestación de sus servicios, orientados a atender a personas en condición de discapacidad y con necesidades específicas.
“Se ha avanzado en la generación de conciencia en torno a las necesidades específicas de los turistas, por medio de congresos, eventos de capacitación, socialización de herramientas y acompañamiento a prestadores y destinos para la implementación de estrategias puntuales que permitan la eliminación de barreras”.
Sobre cómo está Colombia frente a otros países, el especialista dijo que el país ya ha marcado pautas para ser un referente en materia de turismo inclusivo, y que sin duda puede ser reconocido por los avances y el compromiso que se ha adquirido en la materia. No obstante, es necesario fortalecer la implementación de estas estrategias en la cotidianidad de la prestación de servicios turísticos del país, para consolidarse como un referente internacional.
“España es un país que ha inspirado y puede seguir inspirando a Colombia. No solo por la adecuación de espacios en gran parte de sus atractivos y servicios, sino por la innovación en la prestación de servicios y acercamiento de los atractivos para todo tipo de poblaciones. Un ejemplo de lo anterior, es el caso de Ávila, España, reconocido por sus murallas y calles medievales, en dónde en la oficina de información turística cuentan con impresiones 3D de los atractivos para que personas ciegas puedan palpar e interpretar el entorno en el que se encuentran”, explicó.
Sansón Rojas aclaró que las recomendaciones que se pueden dar desde la academia van encaminadas a darle todo el respaldo a las iniciativas e intenciones que se han venido implementando en cuanto al desarrollo del turismo inclusivo y agregó que, sin lugar a duda, es un camino largo por recorrer y que implica diferentes compromisos y transformaciones, pero hay un avance y cada vez hay más conciencia frente al tema.
“Es necesario que además de contar con una sensibilización en la materia por parte de los diferentes actores del turismo, seamos conscientes sobre las implicaciones que tiene prestar servicios turísticos inclusivos. No es suficiente con adecuar los espacios, si los procesos o las actitudes no se ajustan para atender a este tipo de poblaciones”, precisó.
El catedrático señaló que hay momentos en los que creemos que ser inclusivos es contar con una rampa para el acceso de usuarios de silla de ruedas, pero este concepto va más allá porque implica un compromiso real que permita pasar del discurso a la acción y de esa manera propender por prestar servicios que satisfagan las necesidades de todos los turistas y generar experiencias memorables.
“No podemos olvidar que el turismo es un derecho para todos los individuos en cuanto todos tenemos derecho a descansar y disfrutar de los viajes, y que en la medida en la que permitamos que los visitantes se sientan bienvenidos y tenidos en cuenta, podremos aportar al cumplimiento de este derecho e impactar positivamente la vida de las personas”. Indicó.
El director de investigaciones de la Corporación Universitaria del Meta, Cristian Julián Díaz Álvarez, piensa que el turismo inclusivo del Meta necesita que los operadores y prestadores turísticos del departamento realmente presten servicios que sean accesibles y oportunos para la población con alguna discapacidad, o que haga parte de algún grupo social que tenga dificultades al integrarse a la comunidad.
Dijo que lo que deben hacer los operadores, es brindar rutas que les permitan tener a esas personas experiencias similares a las que pueda hacer una persona sin discapacidad o también con grupos sociales como la comunidad LGTBI, que no puede tener acceso a ciertos espacios por la cultura machista que predominan en ciertos lugares.
"El operador -dice Díaz- debe ver esa oportunidad de mercado en un nicho que todavía en la Orinoquia no está trabajando", agregó que hay que mejorar la infraestructura, adecuarla y hacer obras civiles para que las personas con inmovilidad reducida accedan a las ofertas turísticas.
"Estamos crudos porque todavía el turismo inclusivo no se consolida y es que acá no
hemos comprendido que el turismo implica una muy buena atención, consentir al cliente y Villavicencio se resiste a esa lógica. Hay muchas cosas qué mejorar y nos está afectando mucho la conectividad".
Por su parte, Manuel Humberto Paerez, vice rector general y de la calidad de la Unimeta, anunció que desde la academia se empiezan a abrir espacios para intercambio de iniciativas.
"Somos un territorio con muchas bondades de la naturaleza. Tenemos sitios que han venido creciendo y hay que hacer un proceso para que esos sitios estén acondicionados para el turismo inclusivo. Nos estamos asociando y aunando esfuerzos para crecer, haciendo acuerdos y compromisos que nos permitan mejorar el servicio", agregó Paerez.
Señaló que si se tiene confianza se pueden hacer alianzas para fortalecerse y apoyarse
entre todos, lo que permitiría asegurar una perspectiva de turismo inclusivo en el Meta.
El turismo inclusivo está orientado para que todas las personas, independientemente de sus condiciones físicas, cognitivas, culturales, de género, entre otras, puedan disfrutar a cabalidad de las actividades de ocio, recreación y aprovechamiento del tiempo libre al visitar un destino turístico. Por lo tanto, cuando se habla de turismo inclusivo se busca eliminar todo tipo de barreras que se presenten en el entorno como físicas, actitudinales y comportamentales; que no haya limitantes en el disfrute del turismo, se vele por la integridad de las personas y se presten servicios que protejan la dignidad de los turistas.
En este orden de ideas, este turismo está dirigido a poblaciones particulares como: personas en condición de discapacidad permanente o transitoria, mujeres en embarazo, personas de diferentes culturas, población LGBTIQ+, entre otras.
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