POGACAR ES SOBRENATURAL

Tadej Pogacar (25 años) sigue demostrando ser un corredor de época en el que, por muchos momentos, su gran rival, más que otros ciclistas, es la propia Historia. El esloveno conquistó su segunda Lieja-Bastoña-Lieja (ya se impuso en 2021) a lo grande, como suele hacer, entrando en meta siempre en solitario. La carrera, a en cuanto a la lucha por la victoria, llegó a su fin a 34,8 km, en La Redoute, una de las cotas más célebres de la carrera y que en la que Evenepoel cimentó su victoria tanto en 2022 como en 2023. Tadej toma el relevo de esta manera al belga, ausente por lesión tras su caída en la Itzulia a inicios de este mes, y pone la directa hacia el Giro de Italia, saliendo de las Ardenas con un sabor de boca muy diferente al del pasado año, ya que una caída en esta cita le obligó a pasar por el quirófano por problemas en la muñeca. Bardet y Van der Poel le acompañaron en el podio.

Tadej era el gran favorito y cumplió los pronósticos, logrando su sexto Monumento (los dos citados en Lieja, tres en el Giro de Lombardía y uno en el Tour de Flandes, considerado este último por él mismo como uno de sus mejores triunfos) y suma, en 2024, su séptima victoria (Strade Bianche, Volta a Catalunya más cuatro etapas, y esta Lieja) en diez días de competición, siendo la cuarta temporada que suma, como mínimo, una victoria en Monumentos. En una campaña especial para el esloveno, la primera en la que competirá en más de una vuelta (hará el doblete Giro-Tour) y con una preparación minuciosa, por ahora todo le está saliendo a la perfección.

De Lieja a Bastoña se recorrieron 94 km de los 254 km del día, en una mañana que empezó con lluvia y tiempo desapacible y que, salvo alguna tormenta, mejoró notablemente. Pronto se formó una fuga de nueve corredores, con el veinteañero Iván Romeo en representación del Movistar, llegando a tener casi cuatro minutos de renta. Por detrás, el UAE era el encargado de poner el ritmo. Estando todavía muy lejos de meta, parecía que no iba a ser el día de Van der Poel. Es una carrera complicada por su físico, corpulento, en un recorrido repleto de cotas y con casi 4.000 metros de desnivel, pero ya fue sexto en 2020, en su único participación hasta este año. Tras una primavera espectacular luchó por rematar su campaña de clásicas a buen nivel, y fue a contrapié, llegando a quedarse cortado incluso del pelotón por una caída, que no le afectó, pero el estar mal posicionado en el grupo le lastró.

El campeón del mundo no fue el único perjudicado, porque corredores como Pello Bilbao, Vlasov, Pidcock y Simon Yates también quedaron cortados. Sin embargo, tuvieron un gran entendimiento entre ellos y pudieron volver a conectar con los de cabeza. Mientras el UAE seguía a lo suyo y la aventura de la escapada llegó a su fin pronto. La Redoute era el punto marcado para el ataque y el también esloveno Novak, compañero de Pogacar, aceleró el ritmo de manera notable, preparando el ataque de su compatriota, que llegó prácticamente sin reacción de sus adversarios, siendo Carapaz únicamente el que hizo un pequeño amago de seguir su rueda. Imposible. Desde entonces, a rodar en solitario, estilo contrarreloj, hasta Lieja, subiendo Forges y Roche-aux-Facons. Bardet fue el más voluntarioso en la lucha por la segunda plaza, el primero del resto, y logró su objetivo.

Tras la última cota, Van der Poel sacó su orgullo y todos siguieron su rueda para luchar por la última plaza del podio... que fue para el propio Van der Poel. Un resultado muy meritorio después de la jornada que tuvo. Mientras, Pogacar ya estaba en meta celebrando con su equipo después de haber disfrutado, y saludado, durante el último kilómetro. Pello Bilbao, el mejor español, llegó en el grupo de Mathieu, quedando en novena posición. La primavera ciclista, a nivel de clásicas, llega a su fin. El Giro de Italia, desde el 4 de mayo, será el próximo reto de Pogacar, donde se postulará, una vez más en una carrera en la que se ponga un dorsal, como el rival a batir.

Brown triunfa en la femenina

Después de dos subcampeonatos en 2020 y 2022, la australiana Grace Brown finalmente consiguió su primera victoria en Lieja-Bastoña-Lieja. La corredora del FDJ-Suez jugó sus cartas exactamente como lo hizo hace cuatro años, escapándose a mitad de carrera para jugar la victoria en la final. Lizzie Deignan logró superarla ese día, y un poderoso trío con Elisa Longo Borghini (Lidl-Trek), Demi Vollering (Team SD Worx-Protime) y Katarzyna Niewiadoma (Canyon//SRAM Racing) parecían preparados para hacerlo este año después vinculando desde el grupo. Sin embargo, en el esprint final en el Quai des Ardennes de Lieja, Brown logró derrotar a Longo Borghini y Vollering para alzar los brazos.

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